Si se ha preguntado alguna vez cómo utilizar y para qué sirve el alcohol de limpieza, este es su artículo. El alcohol es uno de los productos básicos más utilizados para limpiar.
Desde hace generaciones, se han conocido las propiedades del alcohol para la limpieza, y este se ha ido desarrollando y comercializando hasta dar lugar al actual alcohol de limpieza o alcohol isopropílico, específicamente efectivo para estas tareas en superficies de viviendas, comunidades, empresas u oficinas.
Por ello, son muchas las empresas y trabajadores de la limpieza que utilizan a diario productos con alcohol de limpieza con un resultado reluciente y una desinfección máxima, pero, ¿para qué sirve el alcohol de limpieza y en qué zonas o aplicaciones está indicado su uso?
Índice:
Composición del alcohol de limpieza
Antes de saber para qué sirve el alcohol de limpieza, vamos a conocer su composición.
El alcohol es un elemento químico compuesto por moléculas de hidrógeno y oxígeno que puede adquirir diversas composiciones. Dentro de ellas, las que dan forma a los alcoholes principalmente utilizados en limpieza son las del alcohol isopropílico y el etílico.
El alcohol isopropílico es el que se utiliza habitualmente en limpieza y el que se encuentra en la composición de multitud de detergentes y limpiadores. Por su parte, el alcohol etílico suele utilizarse de manera casera mezclado con agua por su potencia desinfectante.
Estos alcoholes puros se venden a una concentración muy alta, por lo que será más adecuado utilizar los productos de limpieza que los incluyan ya a una proporción adecuada.
En este artículo nos centraremos en el alcohol isopropílico, ya que es el que ofrece mejores resultados al limpiar, pues no daña ningún tipo de superficie, elimina el polvo, no requiere aclarado y, además, no deja ningún resto. y se verá para qué sirve el alcohol de limpieza.
Diferencias entre el alcohol de limpieza y otros limpiadores
La diferencia que marca para qué sirve el alcohol de limpieza respecto a otros productos es su capacidad de desinfección.
Mientras que aquellos productos para limpiar que no contienen alcohol pueden eliminar la suciedad, aportar brillo e incluso llevarse algunos gérmenes, no cuentan con la propiedad de desinfectar que tiene el alcohol de limpieza.
La capacidad desinfectante del alcohol isopropílico es capaz de eliminar más del 99% de virus y bacterias. De ahí su esencialidad para las empresas de limpieza y mantenimiento y la importancia que ha cobrado, por ejemplo, en situaciones recientes como la de la pandemia del COVID.
Cómo usar el alcohol de limpieza
Habitualmente, los productos de limpieza que son desinfectantes ya contienen la cantidad y proporción necesaria de alcohol justa para una correcta limpieza de superficies acabando con microorganismos y procurando un acabado brillante.
Sin embargo, si se quiere saber cómo usar el alcohol que tienes en casa para limpiar, contamos cómo se debe hacer de forma casera el alcohol de limpieza. Sólo hay que preparar una mezcla de alcohol y agua en el que 7/10 partes sean de alcohol y las 3/10 partes restantes de agua. Y hay que recordar lo que hemos dicho más arriba: cuidado al manipular estos alcoholes ya que su alta concentración los vuelve irritantes.
A continuación se verá para qué sirve el alcohol de limpieza.
Para qué sirve el alcohol de limpieza
Pero, ¿hay que usar un producto desinfectante siempre para limpiar? ¿En qué casos se debe utilizar el alcohol? Si estas preguntas le rondan la cabeza cuando se pone a limpiar, no desespere porque le contamos claramente para qué sirve el alcohol de limpieza y cuándo hay que utilizarlo.
Superficies metálicas: El alcohol de limpieza funciona no sólo como un excelente limpiador de metales, sino que también los abrillanta. Esto hace que sea de uso ideal sobre ventanas de aluminio o, más aún, en los acabados metálicos de la cocina, una estancia que, además, requiere un extra de desinfección para asegurar la higiene de los alimentos. Por supuesto, no provoca oxidación.
Barandillas y zonas transitadas: Cualquier superficie que suponga un alto grado de contacto humano, como ocurre en barandillas de escaleras, encimeras de cocina o pomos de puertas, requiere un extra de desinfección. Para estas zonas el alcohol de limpieza es un aliado indiscutible.
Suelos cerámicos: Gracias a la capacidad del alcohol isopropílico de acabar con manchas y suciedad incrustada, se ha vuelto habitual su uso a la hora de limpiar suelos y paredes. Sin embargo, es mejor reservarse su uso para suelos poco delicados y con suciedad acumulada, pues el alcohol de limpieza sirve para erradicar mohos o manchas difíciles, pero no debemos usarlo a diario ni en suelos delicados como el parquet de madera.
Pantallas y dispositivos electrónicos: Esta puede ser la aplicación más extendida y popular del uso del alcohol de limpieza. Su efectividad en pantallas de móviles, tablets u ordenadores se observa fácilmente, ya que no deja marcas y abrillanta y elimina el polvo de las pantallas al momento. Es por esto que los frascos de limpiador portátil para estos dispositivos se componen de alcohol para limpiarlos.
Persianas y láminas: En este caso, el alcohol de limpieza se utiliza gracias a que limpiar con él es sencillo y se puede hacer en una sola pasada, por lo que se vuelve ideal para estructuras laminadas y con recovecos como las persianas.
Como se observa por todas estas aplicaciones, el alcohol de limpieza se vuelve un elemento de uso diario en las rutinas de desinfección para mantener casas, edificios, oficinas y comunidades totalmente limpias e higienizadas.
Sin embargo, recuerda no usar indiscriminadamente el alcohol de limpieza en su estado puro, pues es demasiado agresivo. En cualquier caso, con esta información esperamos que cuentes con todos los datos necesarios que te permitan saber para qué sirve el alcohol de limpieza y cómo emplearlo correctamente.